La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) es la encargada de decidir, en cuestión de minutos, si cada visitante puede ingresar a EE.UU. La entrevista con el oficial es obligatoria y su resultado puede definir el rumbo del viaje. Según la agencia, diariamente más de un millón de viajeros internacionales pasan por sus controles, donde se verifica la identidad, el motivo del viaje y la admisibilidad de cada persona
Para millones de latinos que viajan a Estados Unidos cada año, el paso por migraciones en los aeropuertos suele ser el momento de mayor tensión. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) es la encargada de decidir, en cuestión de minutos, si cada visitante puede ingresar al país. La entrevista con el oficial es obligatoria y su resultado puede definir el rumbo del viaje. Según la agencia, diariamente más de un millón de viajeros internacionales pasan por sus controles, donde se verifica la identidad, el motivo del viaje y la admisibilidad de cada persona.
El oficial de la CBP utiliza un repertorio de preguntas estándar para confirmar que el viaje es legítimo y que el visitante no representa un riesgo. Las consultas más habituales, según la propia CBP y medios especializados en migración, son:
Responder de manera clara, honesta y directa es fundamental. Los oficiales valoran la precisión y la coherencia entre las respuestas y los documentos presentados, como destacan tanto la CBP como abogados migratorios citados en medios de referencia.
La CBP exige tener a mano el pasaporte válido (con al menos seis meses de vigencia), la visa correspondiente o la autorización ESTA, y documentación que respalde el motivo del viaje, como reservas de hotel, invitaciones y pasajes de regreso. También pueden solicitar comprobantes de fondos o tarjetas de crédito.
El comportamiento es tan importante como las respuestas: las autoridades estadounidenses recomiendan mantener la calma, ser cortés y evitar cualquier actitud desafiante o sospechosa. Llegar con tiempo suficiente al aeropuerto y tener todos los papeles listos agiliza el proceso, según guías oficiales y reportes de prensa especializada.
Tanto la CBP como abogados y medios estadounidenses advierten que mentir, ocultar información o presentar documentos falsos también son motivos de rechazo y pueden dejar una marca negativa en el historial migratorio. En caso de dudas, es preferible pedir aclaraciones antes de firmar cualquier documento o declaración.
Si el oficial de la CBP tiene dudas sobre el caso, puede derivar al viajero a una inspección secundaria. Allí revisarán los documentos en mayor profundidad y pueden interrogar nuevamente. La recomendación de especialistas es mantener la calma, responder con sinceridad y, si la situación lo amerita, solicitar asistencia consular o legal.
Durante esta etapa, los agentes pueden revisar el equipaje y los dispositivos electrónicos, aunque no pueden obligar a proporcionar contraseñas; sin embargo, negarse puede retrasar el ingreso o, en el caso de visitantes con visa, generar el riesgo de que se les niegue la entrada.
Para quienes viajan con frecuencia, existen programas oficiales como Global Entry y TSA PreCheck, que permiten un ingreso más rápido, aunque requieren inscripción y aprobación previa. Estos programas están recomendados por la CBP y son utilizados por miles de viajeros frecuentes para evitar largas filas y demoras.
Todo viajero tiene derecho a un trato respetuoso y a solicitar asistencia consular si lo necesita. Sin embargo, la CBP tiene la última palabra sobre la admisibilidad. Cumplir con las normas, declarar todos los bienes y responder con honestidad son las claves para evitar problemas, como subrayan tanto las autoridades migratorias como organizaciones de defensa de derechos civiles.
El control migratorio en los aeropuertos de Estados Unidos es estricto, pero previsible. Para los latinos, prepararse, conocer las preguntas habituales de la CBP y actuar con honestidad y respeto son la mejor garantía para ingresar sin inconvenientes y comenzar el viaje sin sobresaltos.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.